sábado, 6 de octubre de 2018

Ruidos respiratorios

 Los ruidos respiratorios se forman por el flujo de aire a través del árbol traqueobronquial. Se caracterizan por el tono, la intensidad, la calidad y la duración relativa de sus fases inspiratoria y espiratoria, y se clasifican como vesiculares, broncovesiculares y bronquiales (tubulares). Los ruidos respiratorios vesiculares son sonidos de tono e intensidad bajos que se oyen en el tejido pulmonar sano. Los ruidos broncovesiculares se identifican sobre los bronquios principales y su tono e intensidad no suelen ser moderados. Los sonidos de tono e intensidad mayores son los ruidos respiratorios bronquiales, que habitualmente se oyen solo sobre la tráquea. Los ruidos broncovesiculares y bronquiales son anómalos sí se oyen en el tejido pulmonar periférico. La respiración que recuerda al ruido que se produce al soplar a través del cuello de una botella se define como anfórica y la mayoría de las veces se oye cuando hay una cavidad pulmonar de pared relativamente rígida o un neumotórax a tensión con fístula broncopleural. La respiración cavernosa, que suena como si procediera de una caverna, suele oírse sobre una cavidad pulmonar cuya pared es rígida.



El volumen de los ruidos respiratorios depende, principalmente, de la velocidad con que el aire entra y sale por la boca. Estos ruidos son relativamente más difíciles de oír o pueden estar ausentes en las 
siguientes situaciones: acumulación de líquido o pus en el espacio pleural, secreciones o un cuerpo extraño que obstruye los bronquios, hiperinsuflación pulmonar o respiración superficial debido a la in- movilización provocada por el dolor. Es más fácil oír los ruidos respiratorios cuando los pulmones están consolidados; la masa que rodea al conducto del árbol traqueobronquial favorece la transmisión del sonido mejor que los alvéolos llenos de aire. 




La mayoría de los ruidos anómalos que se oyen durante la auscultación pulmonar están superpuestos a los respiratorios. Los ruidos extraños, como el crujido del vello del tórax o de la espalda, se deben distinguir cuidadosamente de aquellos adventicios mucho más importantes. Este problema a veces se minimiza humedeciendo el vello del tórax. La auscultación a través de la ropa o de las batas de los pacientes produce la aparición de ruidos extraños. Para evitarlo, haga que sus pacientes se desnuden por completo para la exploración. Los términos habituales que se utilizan para describir los ruidos adventicios son crepitantes (anteriormente denominados estertores), roncus, sibilancias y roce. 

Comparación de un pulmón sano y un pulmón enfermo 


Otros ruidos. 

El roce se produce fuera del árbol traqueobronquial. Es un sonido de tono bajo, como un chirrido, seco y crujiente, que se oye en espiración e inspiración. Puede tener una calidad similar a una máquina. Si se oye sobre el hígado o el bazo, es posible que no revista importancia; sin embargo, un roce sobre el corazón o los pulmones está producido por el rozamiento de 
superficies inflamadas y engrosadas. En el pericardio, este ruido es indicativo de pericarditis; sobre los pulmones, de pleuresía. El roce respiratorio desaparece cuando se aguanta la respiración; el cardíaco no lo hace. La crepitación mediastínica (signo de Hamman) se encuentra en el enfisema mediastínico. En la zona precordial se escucha una gran variedad de ruidos (crepitantes intensos, chasquidos y gorgoteos), sincronizados con el latido cardíaco y no tanto con la respiración. Pueden ser más pronunciados hacia el final de la espiración y se oyen con más facilidad cuando el paciente se inclina hacia la izquierda o está tumbado sobre el costado de ese lado.

 Resonancia vocal

 La voz hablada transmite sonidos a través de los campos pulmonares que se pueden oír con el estetoscopio. Pida al paciente que diga números, nombres u otras palabras. Estos sonidos transmitidos habitualmente están atenuados y no están diferenciados, y se oyen mejor en la zona medial. Preste mucha atención a la resonancia vocal si hay otros hallazgos inesperados durante cualquier parte de la exploración de los pulmones, como matidez a la percusión o cambios del frémito táctil. Los factores que influyen en el frémito táctil lo hacen de forma similar en la resonancia vocal.


Lactantes 

La exploración del tórax y de los pulmones del recién nacido sigue una secuencia similar a la de los adultos. La inspección sin alterar al bebé es la clave y, por este motivo, la auscultación se realiza a menudo a la vez que la inspección. La percusión no siempre es fiable y normalmente no se realiza en los lactantes. Los dedos del examinador pueden ser demasiado grandes para el tórax de un lactante, particularmente en el caso de uno prematuro. La puntuación de Apgar del neonato 1 y 5 min después del na- cimiento aporta mucha información sobre la situación del lactante. Uno cuyas respiraciones son inadecuadas pero que por lo demás es normal puede tener inicialmente una puntuación de 1 o incluso 0 en frecuencia cardíaca, tono muscular, respuesta a una sonda y color.  La depresión respiratoria habitualmente se origina en el entorno materno durante el parto, como por el uso de sedantes o por una vascularización inadecuada del recién nacido, o se puede deber a obstrucción mecánica por moco.


Mujeres gestantes 

Las mujeres gestantes experimentan cambios tanto estructurales como ventilatorios. La disnea (sensación de falta de aire) es frecuente en el embarazo y normalmente es consecuencia de cambios fisiológicos normales. En conjunto, la mujer gestante aumenta la ventilación respirando con más profundidad pero no con más frecuencia. El asma puede tener una evolución variable, de modo que puede empeorar, mejorar o no verse afectada por la gestación, con una frecuencia aproximadamente igual.

Adultos mayores

 La técnica de la exploración de adultos mayores es la misma que en los adultos más jóvenes, aunque puede haber variaciones en algunos hallazgos esperados. Con frecuencia hay disminución de la expansión torácica. El paciente puede tener menos capacidad para utilizar los músculos respiratorios por debilidad muscular, discapacidad física general o estilo de vida sedentario. La calcificación de las articulaciones costales puede interferir también en la expansión del tórax y, en tal caso, se hace necesario el uso de los músculos accesorios. Las prominencias óseas son marcadas y hay pérdida del tejido subcutáneo. La curva dorsal de la columna torácica es prominente (cifosis), con aplanamiento de la curva lumbar. El diámetro AP del tórax aumenta en relación con el lateral. Los adultos mayores pueden tener más dificultad para respirar profundamente y para aguantar la respiración que los pacientes más jóvenes, y se pueden cansar más rápidamente, incluso si están bien. Adapte el ritmo y las exigencias de la exploración a las necesidades individuales.


Anomalías del Tórax 


Enfermedades con relación a tórax y pulmones 

Atelectasia 



 Bronquitis 



Pleuresía 
Emplema

Epiglotis 

Hemotorax 

Tuberculosis 

Neumonia 



Rayos X del tórax (radiografía de tórax)
Los rayos X, o radiografía, del tórax utilizan una dosis muy pequeña de radiación ionizante para producir imágenes del interior del tórax. Se utiliza para evaluar los pulmones, el corazón y la pared del pecho, y se puede utilizar para diagnosticar la falta de aliento, una tos persistente, fiebre, dolor de pecho o lesiones. También se puede utilizar para ayudar a diagnosticar y monitorear el tratamiento de una variedad de condiciones de los pulmones tales como la neumonía, el enfisema y el cáncer. Debido a que los rayos X del tórax son rápidos y fáciles, resultan particularmente útiles para diagnósticos y tratamientos de emergencia.

Este examen requiere de poco o nada de preparación especial. Hable con su doctor y con el tecnólogo si existe alguna posibilidad de que esté embarazada. Deje las joyas en casa y vista ropa suelta y cómoda. Se le podría pedir que se ponga una bata durante el examen.

En qué consiste un placa de rayos X del tórax (radiografía de tórax)?
La radiografía de tórax es el examen de diagnóstico por rayos X más comúnmente realizado. Una radiografía de tórax produce imágenes del corazón, los pulmones, las vías respiratorias, los vasos sanguíneos, y los huesos de la columna y el tórax.
Un rayos X (radiografía) es un examen médico no invasivo que ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar las condiciones médicas. La toma de imágenes con rayos X supone la exposición de una parte del cuerpo a una pequeña dosis de radiación ionizante para producir imágenes del interior del cuerpo. Los rayos X son la forma más antigua y de uso más frecuente para producir imágenes médicas.
¿Cuáles son algunos de los usos comunes de este procedimiento?
La radiografía de tórax se realiza para evaluar los pulmones, el corazón y la pared torácica.
Una radiografía de tórax es generalmente el primer examen de imágenes utilizado para ayudar a diagnosticar síntomas tales como:
•dificultad para respirar
•tos fuerte o persistente
•lesión o dolor en el pecho
•fiebre

Los médicos utilizan el examen para ayudar a diagnosticar o controlar el tratamiento de condiciones tales como:

•neumonía
• insuficiencia cardíaca u otros problemas cardíacos
•enfisema
•cáncer de pulmón
•colocación de aparatos médicos
•acumulación de líquido o aire alrededor de los pulmones
•otras enfermedades clínicas

¿Cómo debo prepararme?
Una radiografía de tórax no requiere una preparación especial.
Se le puede solicitar que se quite parte de su vestimenta y que utilice una bata durante el examen. También se le puede solicitar que se quite joyas, dentaduras removibles, lentes y cualquier objeto de metal o vestimenta que pueda interferir con las imágenes de rayos X.
Las mujeres siempre deben informar a su médico y al tecnólogo de rayos X si existe la posibilidad de embarazo. Muchos exámenes por imágenes no se realizan durante el embarazo ya que la radiación puede ser peligrosa para el feto. En caso de que sea necesario el examen de rayos X, se tomarán precauciones para minimizar la exposición del bebé a la radiación. Ver la página de Seguridad para obtener mayor información sobre el embarazo y los rayos X.

¿Cómo es el equipo?
El equipo generalmente utilizado para la radiografía de tórax consiste en un aparato con la forma de una caja, montado en la pared, que contiene la película de rayos X o una placa especial que registra digitalmente la imagen. Se coloca un tubo generador de rayos X a seis pies de distancia.
El equipo también puede encontrarse con el tubo de rayos X suspendido sobre la mesa en la que se recuesta el paciente. Un cajón bajo la mesa sostiene la película de rayos X o la placa de registro digital.
Una máquina portátil de rayos X es un aparato compacto que puede llevarse hasta la persona en la ama del hospital o a la sala de emergencias. El tubo de rayos X está conectado a un brazo flexible que se extiende sobre la persona, mientras que un portador de película de rayos X o la placa de registro de imágenes se ubica por debajo de la persona.

¿Cómo es el procedimiento?
Los rayos X son una forma de radiación, como la luz o las ondas de radio. Los rayos X pasan a través de la mayoría de los objetos, incluso el cuerpo. Una vez que se encuentra cuidadosamente dirigida a la parte del cuerpo a examinar, una máquina de rayos X genera una pequeña cantidad de radiación que atraviesa el cuerpo, produciendo una imagen en película fotográfica o en detector especial.
Los rayos X son absorbidos por diferentes partes del cuerpo en variables grados. Los huesos absorben gran parte de la radiación mientras que los tejidos blandos, como los músculos, la grasa y los órganos, permiten que más de los rayos X pasen a través de ellos. En consecuencia, los huesos aparecen blancos en los rayos X, mientras que los tejidos blandos se muestran en matices de gris y el aire aparece en negro.
En una radiografía de tórax, las costillas y la columna absorberán gran parte de la radiación y se visualizarán en blanco o gris claro en la imagen. El tejido pulmonar absorbe poca radiación, y aparecerá en negro en la imagen.
Hasta muy recientemente, las imágenes de rayos X se almacenaban en la forma de grandes placas fotográficas (muy similar a un negativo fotográfico grande). Hoy en día, la mayoría de las imágenes son archivos digitales que se almacenan electrónicamente. Estas imágenes almacenadas son de fácil acceso para el diagnóstico y la administración de enfermedades.

¿Cómo se lleva a cabo el procedimiento?
Por lo general, se toman dos imágenes del tórax, una de la espalda y otra del lateral del cuerpo mientras el paciente permanece de pie frente a la placa de registro de imágenes. El tecnólogo, una persona especialmente capacitada para realizar exámenes de radiología, colocará al paciente con las manos en las caderas y el pecho presionado contra la placa de imagen. Para la segunda imagen, el lateral del paciente se encuentra apoyado sobre la placa de imagen con los brazos elevados.
Los pacientes que no puedan permanecer de pie podrán recostarse en una mesa para radiografía de tórax.
Usted debe permanecer inmóvil y se le puede solicitar que contenga la respiración por unos segundos mientras se toma la imagen de rayos X para reducir la posibilidad de que ésta resulte borrosa. El tecnólogo se dirigirá detrás de una pared o hacia la sala contigua para activar la máquina de rayos X.
Al completar el examen, se le podría pedir que espere hasta que el tecnólogo determine que se hayan obtenido todas las imágenes necesarias.
El examen completo de radiografía de tórax, desde el posicionamiento hasta la obtención y verificación de las imágenes, por lo general se realiza en 15 minutos.
Se pueden solicitar imágenes adicionales dentro de horas, días o meses para evaluar cualquier cambio en el tórax.

¿Qué experimentaré durante y después del procedimiento?
El examen de radiografía de tórax en sí no es un procedimiento doloroso.
Usted puede experimentar incomodidad por la baja temperatura en la sala de examen y por el frío de la placa de registro. Las personas que sufren de artritis o lesiones en la pared torácica, los hombros o los brazos pueden sentir incomodidad al tratar de mantenerse inmóviles durante el examen. El tecnólogo lo asistirá a encontrar la posición más cómoda posible que igualmente garantice la buena calidad de la imagen de diagnóstico.

¿Quién interpreta los resultados y cómo los obtengo?
Un radiólogo, un médico específicamente capacitado para supervisar e interpretar los exámenes de radiología, analizará las imágenes y enviará un informe firmado a su médico remitente o de atención primaria, quien compartirá con usted los resultados.
Los resultados de una radiografía de tórax pueden estar disponibles de manera casi inmediata para la revisión por parte del médico.
Podría ser necesario llevar a cabo algunos exámenes de seguimiento. Su doctor le explicará la razón exacta por la cual se pide otro examen. Algunas veces se realiza un examen de seguimiento porque una posible anormalidad necesita una evaluación más exhaustiva con vistas adicionales o con una técnica de toma de imágenes especial. Un examen de seguimiento también puede ser necesario para que cualquier cambio en una anormalidad conocida pueda ser monitoreada a lo largo del tiempo. Los exámenes de seguimiento, a veces, son la mejor forma de ver si el tratamiento está funcionando, o si un hallazgo se mantiene estable o ha cambiado a lo largo del tiempo.

¿Cuáles son los beneficios y los riesgos?
Beneficios
•             No queda radiación en el cuerpo de un paciente luego de realizar el examen de rayos X.
• Los rayos X por lo general no tienen efectos secundarios en el rango de diagnóstico típico para este examen.
•El equipo de rayos X es relativamente económico y se encuentra ampliamente disponible en las salas de emergencia, los consultorios médicos, los centros de atención médica ambulatoria, asilos y otras instituciones, lo que lo hace conveniente tanto para los pacientes como para los médicos.
•Teniendo en cuenta la rapidez y facilidad que brindan las imágenes de rayos X, es de especial utilidad en los casos de diagnóstico y tratamiento de emergencia.
Riesgos
Siempre existe una leve probabilidad de tener cáncer como consecuencia de la exposición a la radiación. Sin embargo, el beneficio de un diagnóstico exacto es ampliamente mayor que el riesgo.
•La dosis efectiva de radiación de este procedimientoe varía. Consulte la página de Seguridad para obtener mayor información acerca de la dosis de radiación.
•Las mujeres siempre deberán informar a su médico o al tecnólogo de rayos X si existe la posibilidad de embarazo. Ver la página de Seguridad para obtener mayor información sobre el embarazo y los rayos X.

Sobre la minimización de la exposición a la radiación

Se debe tener especial cuidado durante los exámenes de rayos X en utilizar la mínima dosis posible de radiación y a la vez generar las mejores imágenes para la evaluación. Las organizaciones nacionales e internacionales de protección de la radiología revisan y actualizan constantemente las normas técnicas utilizadas por los profesionales en radiología.
Los sistemas modernos de rayos X tienen haces de rayos X muy controlados y métodos de control de filtración para minimizar la desviación (dispersión) de la radiación. Esto garantiza que aquellas partes del cuerpo de las que no se toman imágenes reciban la mínima exposición posible a la radiación.

¿Cuáles son las limitaciones de la radiografía de tórax?
La radiografía de tórax es un examen de mucha utilidad, pero cuenta con limitaciones. Como algunas condiciones del tórax no pueden detectarse en una imagen de rayos X de tórax convencional, este examen no puede necesariamente descartar todos los problemas torácicos. Por ejemplo, un cáncer de tamaño pequeño puede no aparecer en una radiografía de tórax. Un coágulo de sangre en los pulmones, enfermedad que se denomina embolia pulmonar, no puede verse en una radiografía de tórax.
Pueden requerirse estudios de imágenes adicionales para clarificar los resultados de una radiografía de tórax o para buscar anormalidades no visibles en la radiografía de tórax.

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